francis scott fitzgerald
Yo creo que, en primer lugar, la apariencia que yo doy, lo que puedan pensar, lo que puedan representar tiene que ver muy poco con la realidad. Solamente una vez en mi vida he dado un puñetazo, cuando tenía quince años y nunca lo he olvidado. Salía con una chica y me molestaba un tipo. Pero, soy consciente de que, a veces, al intentar definirme físicamente, no soy un tipo duro y no voy por la vida de tipo duro, pero entiendo esa apariencia, en cuanto a la masculinidad de mis personajes; no soy totalmente consciente salve en un aspecto -tal vez la clave está ahí-: yo creo que la derrota define al hombre mucho más que el éxito. Lo creo firmemente. Por eso, en el terreno literario, me interesan más los derrotados que los vencedores. Creo que el derrotado ejerce un tipo de fascinación -a mí por lo menos- un tipo de misterio. De cómo es posible que siendo el derrotado siga siendo mi héroe, me ha pasado con la literatura, con las películas y me pasa en la vida real. Creo que la derrota define, explica al hombre mucho mejor que el éxito. Hemos venido a ser derrotados, finalmente, por la muerte, claro, pero no me quiero poner filosófico. Desde el punto de vista temático, me ha interesado mucho más la derrota que el triunfo. Por eso, porque me permite explicar mejor la condición humana y, tal vez entonces, no sé si eso provoca fascinación o atracción en una mujer. La imagen que has puesto de un hombre en la barra de un bar con un whisky derrotado me sigue gustando más que la de un vencedor en cualquier tipo de lid.
Juan Marsé
Personalidad literaria y humana del autor
Conversación con Arturo Pérez-Reverte, Joan Sagarra y Javier Coma.
Moderada por Beatriz de Moura
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Para mí todo eso, tiene que ver con el fracaso, con convertir el fracaso en una potencia artística, me parece que esa es como la operación maestra de Ruiz, no ser víctima del fracaso sino ser sujetos del fracaso. Fracaso es una noción que a mí me parece muy importante, sobre todo en la práctica artística contemporánea, y diría incluso que el fracaso es lo único que ya diferencia a esta altura del partido, el arte de lo que no es arte. El arte es lo único que se permite fracasar, y me parece que Ruiz es como un gran artista del fracaso, y cuando hace filmes políticos que ponen en juego la relación entre teoría y práctica no tiene miedo de hacer fracasar esa teoría, esa relación, pero porque lo que sale de ese fracaso es mucho más interesante de lo que saldría si la relación fuese feliz y en ese sentido Ruiz es también el clínico, el médico clínico de su cine enfermo, en el sentido que se dedica a analizar comportamientos aberrantes, organismos en degeneración, relaciones que no funcionan y eso es mucho más importante para él que si las relaciones funcionaran, que si los organismos gozaran de muy buena salud, que si los procesos se cumplieran como estaban llamados a cumplirse. Me parece que el libro que estoy escribiendo es un libro va a girar alrededor del fracaso, digamos, en un sentido muy particular. Me interesa ver si es posible definir el fracaso como una noción artística, después de los años 60 y 70, y hacer de Ruiz una especie de apóstol del fracaso, o un gran artista del fracaso.
Alan Pauls
Ciclo La Ciudad y las palabras de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo UC
28 de octubre de 2015
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He escrito algo sobre Fitzgerald, y he leído todas sus biografías y obras críticas, y he llorado sin freno al final de cada una de ellas como un bebé… es una historia muy triste.
John Cheever
Entrevista en The Paris Review, 1976
Foto: Francis Scott Fitzgerald y Zelda Fitzgerald