De la literatura como juego — Las nueve musas
En definitiva, Huizinga estudia deliberadamente la lírica como pura función lúdica, función que sólo disminuye cuando pierde contacto con lo musical y se acerca a lo intelectual o reflexivo. La poesía épica, cuando deja de ser recitado público para convertirse en lectura, también rompe su conexión con la esfera lúdica.
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